La terapia cognitiva comportamental (TCC) es un abordaje psicoterapéutico que ha sido evaluado científicamente y es efectivo para el tratamiento de muchos trastornos y problemas.
En contraste a otras formas de psicoterapia, la terapia cognitiva comportamental es un tratamiento orientado hacia la resolución de problemas y el aprendizaje de habilidades. La TCC fue desarrollada originalmente por el Dr. Aaron Beck en la década de 1960, y desde ese momento ha sido investigada sistemáticamente.
En TCC, terapeuta y paciente trabajan como un equipo para identificar y resolver problemas. El terapeuta ayuda al paciente a superar sus dificultades mediante el cambio de sus pensamientos, sus comportamientos y respuestas emocionales.
La TCC demostró ser efectiva en más de 1000 estudios, en las que se la aplicó con un amplio abanico de problemáticas, que incluyen trastornos de ansiedad, depresión,trastornos alimentarios, problemas de comportamiento y abuso de sustancias entre otras. Se ha estudiado y adaptado para ser implementada con niños, adolescentes, parejas y familias.
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La hipótesis básica de la terapia cognitiva es que los pensamientos ejercen una influencia en las emociones y la conducta. Se considera que los individuos responden al significado adjudicado a las situaciones, más que a los eventos mismos.
Ejemplo:
Imagínate la siguiente situación: Un niño de 10 años llega de la escuela. Se niega a realizar la tarea, y tras discutir los padres deciden enviarlo a su cuarto en penitencia. El niño podría pensar:
“Es injusto. Yo ya soy grande y hago lo que quiero. No me pueden obligar a hacer la tarea”.
En ese caso se sentiría enojado.
“ Ahora no me van a permitir invitar amigos el fin de semana, y mis amigos se van a enojar conmigo”. En ese caso se sentiría preocupado o ansioso.
“ Si me mandan a mi cuarto es porque mis padres no me quieren”. En ese caso se sentiría triste
Las personas que consultan generalmente tienen mucho sufrimiento, y suelen presentar creencias inadecuadas y pensamientos poco realistas. La terapia cognitiva los ayuda a identificar esos pensamientos, evaluarlos y flexibilizarlos. Esto a su vez permite resolver problemas y modificar los comportamientos y emociones.
“Creo que discutiendo con mis padres no gano nada. De todas formas terminaré haciendo la tarea. Mañana la haré rápido para luego tener la tarde libre”. En este caso probablemente se sienta mejor.
Alianza terapéutica: el primer objetivo cuando un paciente o familia consulta es poder conformar un vínculo de confianza, en el que el paciente se sienta cómodo y contenido, encontrando respuestas calidad y empáticas por parte del profesional
Evaluación y conceptualización: La terapia cognitiva no es un procedimiento uniforme que se aplique de la misma manera con todos, básicamente porque cada paciente presenta características únicas, fortalezas y vulnerabilidades que será necesario evaluar, y a partir de ahí formular una hipótesis diagnóstica y diseñar un plan individualizado de tratamiento, en caso que fuera necesario.
Psicoeducación: desde la terapia cognitiva se prioriza el desarrollo de autonomía por parte del paciente. Por ese motivo, es muy importante que el paciente conozca su diagnóstico, factores de vulnerabilidad, factores desencadenantes y factores de mantenimiento.
También debe conocer las características del tratamiento, y el rol que cumplirá tanto el terapeuta como él a lo largo de los encuentros. También se apuntará a que sea él quien desarrolle las habilidades para resolver sus problemas, en vez de esperar las soluciones por parte del profesional.
Tratamiento y Prevención de Recaídas: Se aplican técnicas que están validadas para cada diagnóstico. Una vez remitido el mismo se aplican estrategias de afrontamiento que el consultante aprende en conjunto con su terapeuta, en el caso que llegue a vivenciar el mismo problema nuevamente.
